EL AMBITO ACADEMICO ESTA SILENCIOSO SOBRE LA LIBRE EXPRESION

By PETER BERKOWITZ

Los profesores tienen un interes profesional en- de hecho un deber profesional de sostener- la libertad de pensamiento y discusion. Pero en los ultimos años, precisamente donde ellos deben haber estado mas expresivos y comprometidos ellos han sido apaticos e inexpresivos.
Consideren Yale. El 1ºde octubre, la universidad albergo al caricaturista danes Kurt Westergaard. Su dibujo de Mahoma con una bomba en su turbante se volvio el mas conocido de los 12 dibujos publicados por el periodico danes Jyllands-Posten en septiembre de 2005. Eso llevo a protestas mortales a traves del mundo musulman. El mismo dia, en un acontecimiento no relacionado, Yale albergo al Prof de Brandeis, Jytte Klausen. Su nuevo libro, "Las caricaturas que sacudieron al mundo", fue objeto en agosto de una decision de prepublicacion de ultimo minuto por parte del Presidente de Yale Richard Levin y de la Prensa de la Universidad Yale de quitar no solo las 12 caricaturas sino tambien todas las representaciones de Mahoma, incluyendo respetados trabajos de arte.
La aparicion de Westergaard inspiro protestas. Estudiantes musulmanes condenaron la invitacion de Yale al caricaturista como religiosa y racialmente insensible, comparandolo con los negadores del Holocausto y los supremacistas blancos, y declararon su arte y pronunciamientos como discurso de odio mas que libre expresion.
Estudiantes seran estudiantes. Es de esperarse que aquellos que se opusieron a la invitacion del Sr. Westergaard aprendan en Yale que educacion liberal no es cuidar sus sensibilidades sino enseñarles a escuchar diversas opiniones y fortalecerlos para responder con mejores argumentos a aquellos con quienes ellos desacuerdan.
La aparicion del Sr. Westergaard provoco un pequeño panel de discusion liderado por profesores el 7 de octubre. Trato principalmente con la reaccion musulmana a las caricaturas, aunque la Prof. Seyla Benhabib dijo que en la posicion de la Sra. Klausen ella hubiese retirado el libro. Pero generalmente la facultad ha sido inconmovida por la censura de Yale al libro de Klausen, lo que sugiere que las lecciones en los fundamentos de la libertad de pensamiento y discusion pueden estar faltando en el campus universitario.
Para estar seguros, la censura de Yale- la palabra correcta porque Yale suprimio contenido sobre bases morales y politicas- planteo preguntas dificiles. No pueden los derechos, incluyendo la libertad de expresion y prensa, ser limitados para acomodarse a otros derechos y bienes? Y si reimprimir las caricaturas y otras descripciones dio a los matones y extremistas una nueva oportunidad para inflamar las pasiones y desatar violencia? No pueden las consecuencias de la publicacion original de las caricaturas ser entendida sin reproducirlas? No eran las caricaturas realmente parecidas, como el Maestro Senior de Yale Charles Hill señalo en una carta a la revista de alumnos de Yale, a las descripciones de los judios como monstruos grotescos que sucesivas administraciones americanas han pensado en persuadir a los periodicos arabes que dejen de publicar? Y no es cierto, como el Sr. Hill tambien observo, que la obligacion de Yale para defender la libertad de expresion no obliga a subsidiar gratuitamente el discurso gratuitamente ofensivo o sin valor intelectual?
Estas son buenas preguntas- para las cuales hay buenas respuestas.
Los derechos son objeto de limites, pero un derecho tan fundamental para la universidad y la nacion como la libertad de expresion y prensa no solo debe ser limitado en casos de peligro inminente y no en deferencia a la especulacion acerca de posible violencia en una fecha futura indeterminada. Uno no puede evaluar apropiadamente la aseveracion de la Sra. Klausen que las caricaturas fueron cinicamente manipuladas sin evaluar con los propios ojos de uno si las imagenes pasaban mas alla de la burla y ridiculo a la incitacion directa a la violencia.
Aun si las caricaturas exhibieron un parentesco con caricaturas antisemitas, cortaria en favor de la publicacion: un profesor estaria abandonando sus deberes si el publicara un trabajo sobre imagenes antisemitas sin incluir ejemplos. Y finalmente, si Yale elige publicar un analisis riguroso de la controversia de las caricaturas danesas, que afectaron al interes nacional y enturbiaron los asuntos mundiales, entonces la universidad incurre en obligacion de profesorado de incluir toda la informacion relevante y la evidencia incluyendo las caricaturas en el centro, sin importar si son en si mismas gratuitamente ofensivas e intelectualmente sin valor.
Lo asombroso es que la censura de Yale ha generado tan poco debate en Yale. La Asociacion Americana de Profesores Universitarios condeno a Yale por ceder ante las "demandas anticipadas" de los terroristas. Y un grupo de alumnos distinguidos formaron el Comite de Yale para la Prensa Libre y publicaron una carta protestando por "la rendicion de Yale a potenciales beligerantes desconocidos" y pidiendo a la universidad corregir su error reimprimiendo el libro de Klausen con las caricaturas y otras imagenes intactas. Pero la facultad Yale en gran parte ha bostezado. Incluso la famosamente activista Escuela de Derecho de Yale no ha patrocinado programas sobre censura en la universidad, de acuerdo a su director de asuntos publicos.
Desafortunadamente, hay buenas razones para suponer que en su complacencia acerca de amenazas a la libertad en el campus la facultad de Yales es tipica de facultades en nuestras universidades lideres. En 2006, incluso mientras la policia apenas habia iniciado su investigacion, el presidente de la Universidad Duke, Richard Brodhead presto el prestigio de su cargo al procesamiento y condena de miembros de la facultad en la corte de la opinion publica de tres miembros del equipo de Lacrosse de Duke falsamente acusados de violar en patota a una bailarina exotica afro-americana. Resulto que ellos estaban siendo procesados por un fiscal corrupto. Para estar seguros, era solo una minoria ruidosa en Duke que lidero el apresuramiento publico para el juicio. Pero la vasta mayoria de la facultar se mantuvo vanamente, nunca levantandose para defender la presuncion de inocencia y los requerimientos del justo proceso. Quizas los miembros de la facultad de Duke no se dieron cuenta o quizas ellos no cuidaron estas protecciones formales y fundamentales contra el abuso de poder entre las condiciones esenciales para el intercambio libre de ideas en el centro de la educacion liberal.
De igual manera, en 2005, el Presidente de Harvard Lawrence Summers precipito una revuelta del profesorado que finalmente llevo a su despido al dar a entender en una reunion a puertas cerradas- que las mujeres estaban pobremente representadas entre las facultades de ciencias naturales porque significativamente pocas mujeres nacian con la inteligencia teorica extraordinaria necesaria para tener exito en los mas altos niveles cientificos. Antes que el fuese forzado a renunciar, el hizo su parte por alejarse de la causa de la investigacion intelectual desencadenada tomando el lado de sus acusadores y disculpandose repetidamente por haberse atrevido a exponer una idea impopular para el analisis racional. Aparte de unas pocas excepciones honrosas, la facultad de Harvard no podria encontrar un principio valioso defendiendo la controversia sobre los comentarios del Sr. Summer.
Mientras las controversias en Yale, Duke y Harvard capturaron la atencion nacional, los profesores de otroas universidades no han tenido mucho para decir en defensa de la libertad de pensamiento y discusion tampoco. Este silencio representa un fracaso colectivo de los profesores de proporciones colosales de America. Que podria ser un signo mas claro de la perdida de entendimiento de nuestros profesores de los requerimientos de la educacion liberal que su falta en defender la libertad de pensamiento y discusion en donde los toca mas directamente?

Berkowitz es miembro de la Institucion Hoover de la Universidad de Stanford
Fuente: The Wall Street Journal