martes, 24 de noviembre de 2009

La guerra "soft" que se vive ahora en Irán


El prestigioso diario The New York Times publica en un artículo cómo el país persa enfrenta a los opositores. La educación, la cultura y los medios son cooptados por el régimen islamista

Crédito: AP
En la nota titulada "Extenso esfuerzo de Irán para sofocar a la oposición", el periódico describe cómo, después de las controvertidas elecciones presidenciales, el gobierno de Irán eligió hacer uso de la fuerza para sofocar la fortalecida oposición. Sin embargo, destaca que ahora va más allá y realiza un esfuerzo por desacreditar a los enemigos del régimen y reeducar a la población joven.

Según el rotativo, en los últimos meses el gobierno iraní anunció una variedad de ofensivas ideológicas que van desde la implementación de 6.000 centros de milicias Basij en escuelas primarias para promover los ideales de la Revolución Islámica hasta la creación de una nueva unidad policial para barrer de internet las voces disidentes.

Por otra parte, una compañía afiliada a la Guardia Revolucionaria adquirió una parte mayoritaria en el monopolio de la telecomunicación nacional, otorgándoles control sobre las líneas telefónicas, los proveedores de internet y dos companías de telefonía celular. Además, planean crear una nueva agencia de noticias.

El gobierno de Ahmadinejad llama a ésta la guerra soft y considera que tiene su origen en el pensamiento de que los problemas domésticos de Irán son el resultado de una invasión de cultura occidental. "La extensión de la nueva campaña demuestra qué tanto se ha visto golpeada por las protestas la élite clerical y militar de Irán, que despertó la peor disidencia interna desde la Revolución Islámica en 1979", publica The New York Times.

Ayatollah Ali Khamenei, el líder supremo iraní, utilizó ese término por primera vez en septiembre, cuando advirtió a un grupo de artistas y profesores que estaban viviendo en una "atmósfera de sedición". Según él, toda manifestación cultural debería ser vista en el contexto de una guerra entre Irán y Occidente.

Según Mehrzad Boroujerdi, experto iraní y profesor de la Universidad de Siracusa, "al intentar ganar más control en los medios, re-islamizar las escuelas, creen que pueden hacer una reaparición. Pero el enemigo de Irán es su demografía. La población iraní es increíblemente joven y letrada, y los esfuerzos previos por reinstalar la ortodoxia sólo ayudaron a exacerbar las hendiduras entre los ciudadanos y el Estado".

Después de las últimas elecciones presidenciales, en las que se acusa de fraude a Ahmadinejad, "el aura de autoridad sagrada que tenía el gobierno pareció erosionarse más, muchísimos protestantes denunciaron como dictador por primera vez al líder supremo iraní", narra el periódico.

El ex vicejefe de la Guardia Revolucionaria, Muhammad Bagher-Zolghadr, explicó durante un discurso en septiembre el concepto de guerra soft. Según él, en una guerra hard, la línea entre el enemigo y uno es clara, mientras que en una guerra soft nada es tan sólido.

"El enemigo está en todas partes", sentenció después de decir que este tipo de guerra se pelea, principalmente, a través de los medios de comunicación y que Occidente está mejor equipado que Irán en ese ámbito.

Por último, el artículo cita al jefe de la sección cultural y estudiantil de las milicias Basij, quien dijo que la organización abrió los centros en las escuelas primarias porque "los estudiantes de esta edad son más influenciables que los estudiantes mayores". "Por esa razón queremos promover y establecer ideas de la revolución y de Basij", declaró.

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