lunes, 14 de junio de 2010

Embajador Daniel Gazit: Querian provocar

Por Juan Morris

Las consecuencias de la respuesta militar a la provocación de una flotilla de origen turco que supuestamente llevaba ayuda humanitaria y activistas a la Franja de Gaza, intentando burlar el bloqueo impuesto por Israel, hasta ahora fueron sólo costos para el Estado judío. Diez muertos, una gran condena internacional y un aumento en la efervescencia de los ánimos siempre revueltos del Medio Oriente.

¿Podría haber habido otro método? ¿Fue una respuesta desproporcionada? Para Daniel Gazit, embajador de Israel en la Argentina, la clave es que ese grupo, antes que ayudar, buscaba provocar. “Si había otro método de dominar el barco, es discutible. Pero la gente que estaba en el barco no eran simples pacifistas”, se defiende.

¿Cómo definiría lo que ocurrió?

Primero, me gustaría aclarar algo: no hay crisis humanitaria en la Franja de Gaza. No falta alimentos, ni medicamentos, incluso los palestinos tienen acceso a hospitales israelíes en la Franja de Gaza. Si alguien cree que hay problema y quiere mandar ayuda humanitaria, no hay problema, puede enviarla vía terrestre por Egipto o Israel. Es lo mismo que dijimos a la flotilla, que tenía un propósito declarado que no era ayuda humanitaria sino uno político de romper el bloqueo a la Franja de Gaza. Ahora, este bloqueo es totalmente legal. En 2005 Israel se retiró de la Franja, sin bloqueo, y en 2007 Hamas tomó posiciones por la fuerza matando a sus opositores de la Franja de Gaza y tiró misiles durante años sobre territorio, ciudades y civiles israelíes. No recibió ninguna condena internacional, y hoy la situación de guerra continúa.

Para muchos, dentro y fuera de Israel, fue un error estratégico por las consecuencias políticas y diplomáticas de ese ataque.

Bueno, por supuesto que nadie, ni Israel ni la gente de la flotilla, querían que hubiera muertos. Pero ellos sí buscaban la confrontación. La gente que estaba ahí no eran simple pacifistas. Había, por lo menos, cien personas de una organización terrorista islámica turca que estaban ahí buscando conflicto y publicidad. Si había otro método de dominar el barco, es discutible. Pero es la primera vez que nos ocurre algo así. Los de esta flotilla buscaban la confrontación. Los interceptamos como a tantos barcos, pero nadie esperaba esta resistencia: empezaran a atacar a los soldados e intentar matarlos. No estaba previsto.

¿Está de acuerdo con Barack Obama en que el principal problema de la región para Israel es Irán y no Gaza?

Pienso que Irán no es [sólo] un problema para Israel, sino un problema de terrorismo para todo el mundo y una amenaza para la paz. Apoya a terroristas en muchos lugares del planeta, como saben en la Argentina, y el problema inminente no es la bomba atómica en manos de Irán, porque pienso que no van a necesitar utilizarla, pero sí en manos de terroristas aliados de Irán. Y que Irán va a decir que no tiene la culpa de nada mientras sus aliados la usen.

¿Tantos años de conflictos los terminó endureciendo a la hora de reaccionar ante las muertes?

Es evidentemente que hay un endurecimiento de la opinión pública israelí, entre otras razones, por la sensación en Israel de que estamos haciendo muchas concesiones por la paz. Hicimos la paz con Egipto, con Jordania, nos retiramos de muchos territorios, evacuamos la Franja de Gaza… Y lo que conseguimos en vez de amistad y de paz son misiles y actos de terror. Y por más concesiones que hagamos, nada ayuda. La sensación es que no es que quieren un Estado palestino, sino la destrucción del Estado de Israel. El endurecimiento moral, de las almas, es otro tema de discusión. Aunque hablemos de enemigos de guerra, siempre hay reglas, códigos, un espíritu de caballeros para pelear. Y nuestros enemigos no lo tienen. Las reglas de juego están rotas del otro lado, por eso el sentimiento de compasión desaparece.

¿Cuál es la solución para todo esto?

Dos Estados para dos pueblos. Hace mucho que reconocimos al pueblo palestino su derecho de Estado, pedimos un reconocimiento mutuo. No hay otra solución. Estamos allá, tenemos que vivir allá. Hay una concepción del principio de la paz. Tenemos paz con Egipto desde hace años, pero no hay ningún tipo de intercambio cultural. Egipto hasta está pensando en una ley para que cualquiera que se case con una israelí pierda la nacionalidad. La sensación es que inclusive cuando hay paz no hay paz. Y por otro lado, tenemos que vivir allá. No nos vamos a ir a ningún lado. Hay una atmósfera muy hostil, y pensamos que aun cuando lleguemos a un acuerdo con los palestinos, que niegan la existencia del Estado israelí, no será una paz como hay en Europa, Latinoamérica, otros lugares…
FUente: Newsweek

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