martes, 8 de junio de 2010

LA CUEVA DEL LEON: COMO LOS ISLAMISTAS LLEGARON A DOMINAR AL ISLAM EUROPEO‏


Daniel Pipes

Los atentados del 7/7 en Londes, en los cuales los islamistas mataron a 52 personas e hirieron a 700, provocaron que las autoridades britanicas trabajaran con musulmanes para evitar violencia futura.
Sin embargo, mas que volverse hacia los musulmanes anti-islamistas que rechazan el objetivo triunfalista de aplicar la ley islamica en Europa, ellos promovieron a los islamistas no violentos, esperando que estos persuadieran a sus correligionarios a expresar su odio al Occidente en formas legales. Esta campaña mostro a Tariq Ramadan, un importante intelectual islamista. Por ejemplo, la Policia Metropolitana de Londres financio parcialmente una conferencia que Ramadan dio y el primer ministro Tony Blair lo nombro para un "grupo de trabajo oficial en desbaratar el extremismo".
Desplegar a un islamista puede ser visto como una idea original y astuta pero no fue ni lo uno ni lo otro. Los gobiernos occidentales han estado aliandose sin exito con islamistas por decadas. De hecho, ellos han estado aliandose con la propia familia de Ramadan.
En 1953, el presidente de los EEUU, Dwight D. Eisenhower recibio a un grupo de musulmanes extranjeros que incluian a Said Ramadan, un lider de la argumentablemente mas influyente organizacion islamista del siglo XX, la furibundamente anti-Occidental Hermandad Musulmana – y tambien el padre de Tariq. La reunion Eisenhower-Ramadan tuvo lugar en el contexto de sostenidas campañas del gobierno americano para reunir a los musulmanes contra el comunismo sovietico, en parte poniendo a Ramadan en la lista de pagos de la CIA. Talcott Seelye, un diplomatico americano que se reunio con el por esa epoca, explica: "Nosotros pensamos en el Islam como un contrapeso para el comunismo."
Entonces ahi estuvo Hasan al-Banna, el abuelo de Tariq, fundador de la Hermandad Musulmana y receptor de fondos nazis. Diplomaticos americanos en Cairo a fines de los años 1940s tuvieron "reuniones regulares" con Banna, lo encontraron “perfectamente simpatico” y percibieron a su organizacion como “moderada” e incluso una fuerza “positiva.”
Los britanicos aparentemente le ofrecieron dinero.
En otras palabras, los gobiernos occidentales tienen una historia de ignorar la ideologia repulsiva de los islamistas y de trabajar con ellos, incluso de fortalecerlos.
EN UN ARTICULO asombroso de investigacion historica, Ian Johnson, un periodista ganador del Pulitzer antiguamente en el The Wall Street Journal, revela nuevos giros y cambios de este drama en su recien publicado libro, Una Mezquita en Munich: Nazis, la CIA y el Ascenso de la Hermandad Musulmana en Occidente.
Johnson abre con una revision de las campañas sistematicas nazis para reclutar a los musulmanes sovieticos de en medio de sus prisioneros de guerra. Muchos musulmanes odiaban a Stalin; y entre 150000 y 300000 de ellos combatieron por el Eje en la Segunda Guerra Mundial. En otras palabras, mas y por encima de su no cumplida campaña de propaganda dirigida a los arabes, los nazis realmente sembraron una fuerza sustancial de musulmanes principalmente turcos bajo el liderazgo de un entusiasta estudiante nazi llamado Gerhard von Mende.
Despues de la derrota alemana en 1945, Johnson sigue a von Mende mientras el continuaba su trabajo anticomunista con los musulmanes ex sovieticos, ahora en un contexto de Guerra Fria. Pero su red de ex soldados probo no ser muy competente en la tarea de levantar la hostilidad musulmana contra la Union Sovietica. Su lider intelectual, por ejemplo, habia servido como el imam de una division SS que ayudo a reprimir el levantamiento de Varsovia en 1944. Los islamistas se probaron rapidamente mucho mas competentes en este desafio politico y religioso. Johnson explica que ellos “visten trajes, tienen titulos universitarios y pueden formular sus demandas en formas que un politico puede entender."
El centro de su fascinante estudio radica en rastrear la evolucion, mucha de ella en Munich, de viejos soldados a nuevos islamistas. Es una historia clasica de la intriga de los años 1950s, completada con nazis rehabilitados, organizaciones de pantalla de la CIA y ambiciones sovietico-americanas en duelo.
Johnson muestra como, sin nadie planeandolo bien, los americanos usurparon la red de von Mende y la entregaron a Said Ramadan. Este temprano aliento americano a la Hermandad Musulmana, argumenta Johnson, dio los medios para establecer un marco de trabajo islamista justo a tiempo para recibir el surgimiento de la inmigracion musulmana a Europa en los años 1970s.
Asi la dominacion islamista de los musulmanes europeos ha tenido dos facilitadores escondidos, nazi y americano. Sus origenes en la Operacion Barbarossa revelan el desagradable pedigree de la fuerza islamista de hoy dia. Hitler y sus matones no podrian haberlo previsto, pero ellos ayudaron a establecer el escenario para Eurabia.
El respaldo americano por los islamistas provoca que Johnson advierta contra la inutilidad de aliarse con la Hermandad Musulmana y su calaña- como Tony Blair una vez mas recientemente intento. Aunque tentador, daña invariablemente al Occidente. La leccion es simple: ser conciente de la historia y no ayudar a los islamistas.

El autor (www.DanielPipes.org) es director del Foro de Medio Oriente y becario visitante distinguido Taube en la Institucion Hoover de la Universidad de Stanford.
Fuente: The Jerusalem Post

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