miércoles, 16 de junio de 2010

Requiem para una revolucion

Bret Stephens

Supongan que en los dias luego de la eleccion fraudulenta en Iran del año pasado, los EEUU y sus aliados occidentales hubiesen advertido a los lideres de Teheran que su represion en cas se encontraria, rapida y severamente, con consecuencias en el exterior. Por cada Neda Soltan ejecutada en la calle, un diplomatico irani asignado al exterior seria expulsado. Por cada extranjero enjuiciado en Iran, una firma occidental haciendo negocios en el pais cerraria sus puertas. Por cada activista de oposicion colgado, los envios de nafta importada serian recortados.
Y por cada pedido para borrar a Israel del mapa, los EEUU suministrarian al estado judio de 100 destructores de bunkers ajustables para utilizar contra las instalaciones nucleares de Iran.
Si algo de eso hubiese sucedido, es precisamente posible que los lideres de Iran hubiesen dudado antes de avanzar con su sangrienta represion y, dudando, dado a la oposicion democratica de Iran la apertura que necesitaba para sostenerse. Pero no sucedio. En aquellos criticos dias de junio, cuando el regimen tambaleaba, la administracion Obama opto por aliviar los miedos del regimen en vez de multiplicarlos. Y en vez de crear influencia para si mismo, el presidente la concedio preventivamente en la esperanza de ganarse el favor para un acuerdo nuclear.
A un año, nosotros estamos viviendo con las consecuencias de su falla. El acuerdo nuclear por el que se esperaba nunca se materializo. Las "sanciones con mordida" que la administracion prometieron resultaron, bajo inspeccion de cerca, no tener mordida. El consenso internacional—tanto como el consenso en la organizacion de politica exterior americana- esta alejandose de la vision que a Iran no se le debe permitir obtener armas nucleares hacia la idea que un Iran nuclear puede ser "contenido". El regimen esta mas fortalecido que nunca- y mucho mas cerca de una capacidad nuclear. Israel, el unico pais que podria aun tomar acciones, esta mas aislado que nunca.
Lo peor de todo, el Movimiento Verde esta, si no extinguido completamente, como un poco mas que un ascua centelleante. Los tres millones de iranies que marcharon por la libertad en junio pasado pueden tener que esperar por generacion por una oportunidad similar.
Yo me doy cuenta que este punto de vista es discutido por aquellos que creen que el poder del pueblo irani puede afirmarse nuevamente. Escribiendo en estas paginas el sabado, Michael Ledeen de la Fundacion para la Defensa de las Democracias describio signos de descontento masivo y debilidad del regimen. "Mas temprano o mas tarde habra una muestra, muy probablemente pronto", escribio el Sr. Ledeen. "El regimen esta dañado por el conflicto interno y algunos de los heroes del pasado de la Republica Islamica se estan posicionando abiertamente con los Verdes."
Yo espero que el Sr. Ledeen este en lo correcto. Pero lo dudo. Si el descontento masivo solo fuese suficiente para derrocar a un regimen, Stalin y Mao no hubiesen muerto en sus camas, y Cuba, Burma y Norcorea serian paises libres hoy. Y si el faccionalismo del regimen fuese evidencia de una caida inminente, la Union Sovietica no debio haber sobrevivido mucho luego de la lucha de Khrushchev con Beria, o la de Brezhnev con Khrushchev. Pero lo hizo.
De hecho las revoluciones rara vez tienen exito sin el (escaso) consenso de los regimenes que ellos tienen por objetivo reemplazar. Si los lideres de la Union Sovietica hubiesen deseado llevarlo indefinidamente, Mikhail Gorbachev podria haber facilmente invocado la Doctrina Brezhnev y ordenado que las fuerzas del Pacto de Varsovia disparen a los manifestantes en Berlin Oriental o Praga. Pero excepto por un intento abortado de evitar la independencia de Lituania, el habia perdido el apetito necesario por sangre. En Iran, no fue el Ayatollah Khomeini quien derroco al Shah. El Shah simplemente eligio abandonar el pais antes que disparar a las multitudes en la calle.
Las revoluciones son tambien una cuestion de suerte y circunstancia. En Berlin en 1989, un confundido miembro del politburo aleman oriental malinterpreto sus instrucciones y anuncio que los alemanes orientales eran por lo tanto a partir de alli libres de viajar a Occidente. Asi—asi!—cayo el Muro. Dos años mas tarde en Moscu, algunos visiblemente nerviosos complotadores golpistas tomaron un escenario para anunciar el retiro temprano de Gorbachev. Su temblorosa actuacion permitio a Boris Yeltsin reunir a los rusos contra el. Ayudo que Yeltsin no tuvo, en George H.W. Bush, a un presidente americano que rechazo "entrometerse" en los asuntos internos del pais.
Finalmente, las revoluciones exitosas requieren liderazgo carismatico y competente. Los EEUU lo tuvieron en George Washington; los bolcheviques en V.I. Lenin. Un año atras, el lider de oposicion Mir Hossein Mousavi podria haber llevado a las multitudes en Teheran en una marcha sobre el palacio presidencial. La marcha probablemente hubiese sido imparable. Pero el enmudecio. Quizas no es sorprendente: Un movimiento que se dirige a derrocar a un regimen levantado sobre un culto al martirologio es improbable que produzca muchos martires propios.
Se ha dicho que la Union Sovietica solo colapso cuando la generacion de lideres que habian alcanzado la mayoria de edad durante el periodo heroico de la resistencia rusa a los nazis se rindieron ante aquellos que, como Gorbachev no habian luchado en la guerra.
Por contraste, los voluntariosos hombres que fueron estudiantes secuaces de Khomeini y que ahora forman el centro duro del regimen estan hoy mayormente en sus 50s. Ellos son energicos y estan determinados a preservar el legado historico que ellos creen que es suyo. Y eso es cierto sin importar cuanto ellos puedan ser despreciados por el 60% de los iranies que ni siquiera habian nacido en la epoca de la revolucion.
Entonces no esperen una segunda revolucion irani en cualquier tiempo cercano. Al contrario, esperen un regimen que sera mas represivo en casa, mas agresivo en el exterior, y mas comprometido que nunca con una teologia radical que sustituye por la legitimidad popular. Este es un regimen que no parara un paso antes de volverse potencia nuclear, y que atacara de improviso sobre la debilidad cuando la vea.
Un año atras, el Presidente Obama tuvo una posibilidad de luchar para alterar la dinamica de la politica irani. Como con Jimmy Carter antes, el la destruyo. Nosotros pagaremos el precio de ese error historico en los años por venir.
Fuente: The Wall Street Journal

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