lunes, 12 de julio de 2010

AMIA en el Museo Judío de Berlín

22 de julio AMIA inaugura una muestra en el Museo Judío de Berlín, que fue pensado y construido por el arquitecto Daniel Libeskind.


La misma se realiza en el marco de la celebración del Bicentenario de la República Argentina, que tendrá lugar en distintas ciudades de Alemania durante 2010 y tuvo como disparador la convocatoria a nuestro país como invitado de honor en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt.

Como parte de una propuesta que abarcará desde diferentes aspectos la vida judía en Argentina, también habrá un espacio para la memoria. Éste será el trayecto de la recordación en el cual se rememorará a las víctimas del holocausto, a las víctimas la última dictadura militar Argentina y las víctimas del atentado a la AMIA.

Desde 1992 el artista alemán Gunter Demnig realiza un proyecto denominado “Stolpersteine” destinado a preservar la memoria de quienes fueron masacrados durante el nazismo. La idea fue colocar en el piso de la entrada de las casas pequeñas placas de bronce señalando quien vivía ahí, cuando fue deportado, hacia donde y si se conocen detalles de su destino final. De esta manera caminando por las calles de Berlín, Frankfurt y otras calles de Alemania nos encontramos con estas plaquetas de recordación.

En Buenos Aires a partir del año 2006, vecinos de diferentes barrios, quizás sin saberlo, hicieron algo muy similar. Se organizaron para marcar los pasos de los desaparecidos. Desde entonces colocan baldosas que los recuerdan en los lugares donde vivieron, estudiaron, trabajaron, o fueron secuestrados en la última dictadura miliar. En la calle Pasteur, entre las calles Corrientes y Córdoba, de ambos lados de las veredas, se recuerdan las 85 victimas del atentado a la AMIA perpetrado el 18 de julio de 1994 de Pasteur 633. Se plantaron 85 árboles y se colocaron en el piso mármoles rectangulares con el nombre de cada una de las víctimas.
Si bien es importante entender que se trata de tres hechos totalmente distintos, tienen en común la necesidad de generar acciones por la memoria para evitar el trabajo corrosivo del olvido. La memoria tomada no como un acto de nostalgia y pérdida, sino como una acción de compromiso hacia el futuro. Por otro lado, que esta recordación este marcada en el piso y que ya sea parte indisoluble de nuestras calles, habla de la memoria y la recordación no como un hecho efímero sino con la contundencia de lo permanente.

Fuente: AMIA

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.