miércoles, 7 de julio de 2010

ANALISIS: EL PRESIDENTE TRABAJANDO CON EL PRIMER MINISTRO



By HERB KEINON
07/06/2010

La reunión del martes en la Casa Blanca entre el Primer Ministro Binyamin Netanyahu y el presidente Barack Obama fue la quinta vez que los dos líderes se han reunido en unos 14 meses, pero sólo la segunda vez que han emitido declaraciones conjuntas y responden juntos a las preguntas.
Y la diferencia en el tono de Obama el martes, en comparación con la última vez que ellos se reunieron con la prensa en la Oficina Oval en mayo de 2009, fue sorprendente.
Los dos se reunieron con el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en el marco de la reunión de la Asamblea General de la ONU en septiembre pasado, pero después de esa reunión sólo Obama emitió una declaración citando las conversaciones "francas y productivas" que apenas ocultaban su frustración. Otras dos reuniones entre Netanyahu y Obama una en noviembre y otra en marzo de vinieron y pasaron sin ninguna aparición pública.
Como se esperaba ampliamente, tanto Obama como Netanyahu usan la aparicion de prensa del martes para reafirmar la fuerza del "inquebrantable" vínculo entre Israel y los EE.UU. Y aunque los cínicos pueden decir que la promesa de Obama de fidelidad a la relación especial era de esperarse unos meses antes de las elecciones de mitad de período, mientras la fortuna politica suya y de su partido se están hundiendo, se desprende de la oportunidad de prensa que, en el periodo de 14 meses Obama ha llegado darse cuenta que él tiene mucho más que ganar al trabajar públicamente con Netanyahu, que enfrentandose a él.
En la aparicion de mayo Obama marcó el tono de la relación que se prolongó por meses - reprochando públicamente a Israel, mientras hablaba en voz baja a los palestinos, apoyando el compromiso con los iraníes, teniendo una visión poco realista de lo que podría cambiar en el mundo árabe.
Idas en la conferencia de prensa del martes estuvieron las duras exigencias a Israel que Obama dio a conocer en esa primera conferencia de prensa, cuando dijo crudamente y sin rodeos que "los asentamientos tienen que ser detenidos." Con esa sola enunciación se distanció cualquier posibilidad de negociaciones directas durante meses debido a la creencia palestina que no era necesario negociar con Netanyahu, ya que Obama haría el trabajo por ellos.
En lugar de castigar a Netanyahu por diversos planes en preparacion para construir en Jerusalén, como el dirigio a su secretaria de estado a hacer en marzo, tras la visita del vicepresidente Joe Biden a Israel, esta vez Obama elogió al gobierno israelí por "trabajar a través de capas de diferentes entidades y jurisdicciones gubernamentales" y mostrar "moderación en los últimos meses."
Más que en el espíritu de su declaracion anterior de "detener los asentamientos" pidiendo públicamente a Netanyahu extender la moratoria en la construcción de asentamientos que termina en septiembre, esta vez dijo que su esperanza era que "una vez se inicien las conversaciones directas, mucho antes que la moratoria haya caducado, eso creará un clima en el que todo el mundo sienta una mayor inversión en el éxito ".
Atrás quedó la intimidacion, como cuando dijo en mayo, en clara oposición a la posición de Netanyahu que "si hay un vínculo entre Irán y el proceso de paz entre israelíes y palestinos, yo personalmente creo que realmente es en la otra direccion. En la medida en que podamos hacer la paz con los palestinos - entre los palestinos y los israelíes, entonces yo realmente creo que reforzara nuestra posición en la comunidad internacional para hacer frente a una amenaza iraní potencial."
En mayo Obama mimo a Irán, habló de "la extraordinaria historia del país y su extraordinario potencial", y cómo "no hablar [con los iraníes] claramente no funciono. Eso es lo que ha intentado. Y entonces lo qué vamos a hacer es probar algo nuevo, que es realmente comprometernos y llegar a los iraníes. "
Catorce meses después, el tono de Obama ha cambiado drásticamente, ya que no habló del gran imperio persa, sino de las "más duras sanciones" en el Consejo de Seguridad de la ONU jamás adoptadas contra Irán. Habló de las sanciones propias de Estados Unidos, así como las sanciones de otros países alrededor del mundo, "así que continuamos presionando a Irán para cumplir con sus obligaciones internacionales, dejar el tipo de comportamiento provocador que lo ha hecho una amenaza para sus vecinos y la comunidad internacional ".
E ido tambien estuvo el mas que condescendiente tono hacia su invitado, como cuando dijo en mayo de 2009 que él tenía "confianza" que Netanyahu "estaria a la altura de las circunstancias" para hacer frente a las muchas decisiones importantes que tendría que tomar como primer ministro.
En la sesión anterior, una reunión que tuvo lugar apenas dos meses después que Netanyahu asumió el cargo de primer ministro, Obama expresó su compromiso con la relación de Israel y Estados Unidos, pero fue muy escaso en elogios a Netanyahu, en un momento en que muchos esperaban que felicitara al entonces nuevo primer ministro por haber formado recientemente un nuevo gobierno.
El martes, sin embargo, Obama cambio la marcha, haciendo hincapié en que confiaba en Netanyahu, y que lo hizo incluso antes de ser presidente. Obama dijo que, contrariamente a los informes en la prensa, la relación entre Estados Unidos e Israel en el último año se había ampliado y continuo mejorando, "y creo que mucho de eso tiene que ver con lo que el Primer Ministro ha hecho, y estoy agradecido."
Durante los puntos más bajos en las relaciones EEUU-Israel en el último año y medio, cuando parecía que Obama pensaba que al presionar a Israel obtendría que el mundo árabe se aproximara mas, o que por comprometer a Irán podría llegar a detener su programa nuclear, hubo quienes en Jerusalén, dijeron que en un determinado momento el Presidente de los EE.UU. se golpearía con la pared de la realidad y veria que estas políticas simplemente no estaban funcionando.
Nadie sabe todavía lo que Obama dijo a Netanyahu a puertas cerradas el martes respecto a la ampliación de la moratoria o construcción de asentamientos en Jerusalén o sobre cualquier cantidad de otras cuestiones polémicas que separan a ambas partes. Pero afuera, en el resplandor de las cámaras, el dramático cambio de tono desde la última vez conque los dos líderes respondieron a preguntas juntos indico un Obama que parece haberse dado cuenta de que el camino público que ha seguido hasta ahora con Israel y Netanyahu no ha funcionado, y era hora de utilizar esa frase de pronto muy popular para caracterizar las relaciones entre naciones para "presionar reajuste."
Fuente: The Jerusalem Post

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