lunes, 11 de octubre de 2010

Fuerte reacción de la comunidad judía: pide que Boudou se retracte



SONRIENTE. EL MINISTRO AMADO BOUDOU, EN JUNIO, EN UNA REUNION DEL G20, EN COREA DEL SUR.
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Ataques a la prensa,BoudouLos periodistas no son los únicos que están acostumbrados a ser objeto de los exabruptos de Amado Boudou . También la comunidad judía conoce de sus salidas poco felices. Hace algunos meses, el ministro de Economía participó del lanzamiento de un programa sobre responsabilidad social en el edificio de la AMIA. Allí, mientras intentaba dejar sus mejores augurios para el programa, mencionó que ojalá sirviese para “echar a volar” los sueños de sus participantes. “Aunque quizás no sea éste el mejor lugar para echar a volar nada” , aclaró en tono dudosamente jocoso.

Nadie rió.

Esta vez, sus exabruptos llegaron horas antes de la cena anual que realiza la AMIA para recaudar fondos para el funcionamiento de su importante plan de empleo. En el evento de pasado mañana en el Hotel Hilton se espera a más de 500 comensales, entre los que está confirmada la presencia de la Presidenta Cristina Kirchner. También estaba prevista la concurrencia de algunos de los ministros del gabinete, entre ellos, la del propio Boudou.

El viernes, en Washington, los periodistas de Clarín , Candelaria de la Sota y Martín Kannenguiser, de La Nación que cubren la Asamblea del Fondo Monetario recibieron los dardos del escabroso sentido del humor y la memoria histórica que maneja el ministro de Economía. Tras catalogarlos de “FMI-adictos”, Boudou les dijo que si no querían “ser cómplices” de ambos diarios debían “renunciar y no trabajar más en esas empresas”. Fue entonces que comparó a los enviados especiales con “los empleados que limpiaban las cámaras de gas durante el nazismo”.

“Estamos sorprendidos y rechazamos totalmente esas declaraciones que ofenden la memoria de las víctimas y banalizan la Shoá (Holocausto)”, le dijo ayer a Clarín el presidente de la DAIA, Aldo Donzis. El titular de la organización política de la comunidad judía subrayó además que “la sorpresa es mayor porque Argentina forma parte de la International Task Force”, un grupo que integran una veintena de países comprometidos con la investigación, el recuerdo y la educación sobre el Holocausto.

“Entendemos que Boudou t endrá la inteligencia para reconocer su error y rectificar sus dichos” , agregó Donzis.

En tanto, el encargado para América Latina del Centro Simón Wiesenthal, Sergio Widder, llamó a Boudou a “retractarse públicamente” de sus declaraciones.

“Llama la atención que un funcionario de primera línea de un gobierno que ha demostrado sensibilidad con el tema del Holocausto haya hecho semejante comentario, especialmente teniendo en cuenta el importante trabajo que se realiza para educar acerca de la Shoá en todas las escuelas del país”, dijo Widder a la Agencia Judía de Noticias.

Incluso, sugirió que el ministro tendrá esta semana un marco ideal para “presentarse y aclarar públicamente sus dichos” . Será en el seminario sobre el Holocausto que se realizará en el Ministerio de Educación y donde está previsto que hablen el titular de Educación, Alberto Sileoni, el canciller, Héctor Timerman y el ministro de Justicia, Julio Alak.

Ayer, a las voces de repudio de la comunidad judía, se siguieron sumando la de políticos opositores que piden la renuncia del titular de Economía. A 48 horas de sucedido el episodio en Washington, Boudou no se había comunicado con ningún dirigente de la comunidad judía para aclarar sus dichos. Tampoco se escuchó ningún comentario público de los habituales voceros del oficialismo .

En los últimos meses, Boudou protagonizó distintos episodios en los cuales maltrató a periodistas. Los cronistas de Clarín suelen estar entre sus blancos predilectos.




De eso no se habla: silencio de Timerman


Ninguna voz del Gobierno salió a repudiar la comparación que hizo Amado Boudou de los periodistas de Clarín y La Nación con “los empleados que limpiaban las cámaras de gas durante el nazismo”.

Si eso llamó la atención, más lo fue en el caso del canciller Héctor Timerman, que suele ser una voz del Gobierno siempre atenta a los temas e intereses que afectan a la comunidad judía.

Hace algunas semanas, Timerman se había enojado porque algunos medios lo habían bautizado “Twitterman”. Y dijo, a través de su cuenta de Twitter, que “el periodismo que se burla deformando apellidos, orígenes, religión o apariencia física era el preferido de Hitler. Puro fascismo”.

Ayer, sin embargo, el canciller hizo un uso escueto de esa red social, en la que suele comentar diariamente los diversos aspectos de la realidad.

El sábado había chuzado a la oposición y a la Mesa de Enlace para que dijesen algo sobre el reclamo del gobierno a Gran Bretaña por Malvinas. Pero sobre Boudou, ni un tweet.




Críticas desde la oposición


La diputada de la Coalición Cívica, Patricia Bullrich, expresó “el mas enérgico repudio a las afirmaciones irresponsables del Ministro de Economía Amado Boudou. Es inconcebible lo que dice, no se puede usar una tragedia, la peor de la historia de la humanidad, para hacer política barata contra periodistas y medios de comunicación”.

Bullrich agregó que “el Ministro de Economía debe priorizar y dedicarse a controlar la inflación, a redactar un presupuesto creíble y sensato y no solo buscar la mejor forma de quedar bien con el matrimonio presidencial”.

El sábado, Silvana Giudici (UCR) ya había manifestado su repudio y Eduardo Amadeo (Peronismo Federal) había exigido su renuncia.

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