jueves, 9 de diciembre de 2010

Netanyahu condena la orden de rabinos contra alquilar casas a no judío


El primer ministro, Biniamín Netanyahu, y el presidente, Shimón Peres, han condenado el edicto religioso emitido por medio centenar de rabinos que prohíbe a sus fieles alquilar casas a no judíos y que afecta principalmente a la minoría árabe del país.

"¿Cómo nos sentiríamos si alguien dijese que no se pueden vender apartamentos a los judíos? Protestamos cuando hablan cosas así en los países vecinos. Esas cosas no se deben decir ni de los judíos ni de los árabes. No pueden expresarse en ningún Estado democrático, y menos aún en un Estado judío y democrático que respeta la moralidad de la herencia judía y de la Biblia", señaló Netanyahu.

Peres, por su parte, manifestó que "el edicto de los rabinos crea una crisis ética y fundamental en Israel, relacionada con la esencia de Israel como un estado judío y democrático".

El controvertido edicto fue aprobado por unos cincuenta rabinos, la mayoría de ellos del norte de Israel, muchos de la ciudad de Safed, donde el rabino jefe ya había dado órdenes en ese sentido a los fieles de su comunidad anteriormente.

Varios de los signatarios explicaron que su apoyo a la propuesta se basa en la promesa divina a los judíos de la Tierra de Israel.

"No debemos ayudar a los árabes a echar raíces en Israel", señaló el rabino Shlomo Aviner, del asentamiento en Cisjordania de Beit El, quien considera que los judíos deben tener preferencia sobre los "gentiles" (no judíos) a la hora de alquilar un apartamento.

El rabino Yosef Scheinen, de la ciudad costera de Ashdod, argumentó que "la Tierra de Israel está designada para el pueblo de Israel" porque "así lo quiso" Dios y, por tanto, "el racismo tiene su origen en la Torá" (Pentateuco).
Scheinen agregó que la medida no es tanto racista como segregacioneista" El mundo es tan enorme y el Estado de Israel es tan pequeño, que Dios lo quiso para el pueblo de Israel y el mundo entero lo codicia. Esa es la injusticia".

La propuesta generó diversas reacciones de condena.

Ilan Gilon, del partido de izquierdas Meretz, pidió a la Fiscalía General que destituya a los rabinos firmantes que ostentan un cargo público, como gesto de "dureza" ante tal "epidemia de racismo y xenofobia".

Por su parte, el diputado árabe en el Parlamento (Knéset) Ahmed Tibi tildó la carta de "crimen masivo" cometido por un "grupo de rabinos racistas que debería recibir un curso intensivo en historia judía".

"Hay imanes musulmanes que han sido juzgados o despedidos de sus trabajos por mucho menos, mientras que los rabinos pueden continuar con su comportamiento desafiante sin preocuparse", agregó Tibi. EFE y Aurora

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