viernes, 8 de junio de 2012

Netaniahu: “Hay cuatro amenazas que desafían al Estado de Israel y a la paz”

Discurso de apertura de la “Conferencia Internacional sobre Desafíos a la Seguridad en el Siglo XXI”, en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de la Universidad de Tel Aviv, el 29 de mayo de 2012. “Me gustaría hablar de las metas para la paz, de la manera de alcanzarla y, sobre todo, de las condiciones necesarias para mantenerla. Un acuerdo de paz con los palestinos es necesario, antes que nada, para evitar un Estado binacional. Es preferible vivir en paz. La paz es mejor que cualquier otra situación, pero debemos evitar un Estado binacional, así como fortalecer el futuro de Israel como un país judío y democrático. No queremos gobernar a los palestinos, ni tampoco que los palestinos sean ciudadanos del Estado de Israel. Es por eso que tres veces -en mi discurso en Bar-Ilán, en mi discurso en la Knéset y, luego, en mi discurso en el Congreso estadounidense- declaré que apoyo y espero una paz entre dos Estados-nación: un Estado palestino desmilitarizado que reconozca al Estado judío e Israel, el Estado-nación del pueblo judío. Creo que hay un apoyo muy amplio en la gente a tal acuerdo de paz, basado en el respeto mutuo y la seguridad de Israel. Por seguridad me refiero a acuerdos sustantivos de seguridad sobre el terreno que ofrezcan una respuesta a las continuas amenazas y a cualquier otra nueva que aparezca. Creo que el gobierno de unidad que lidero es una expresión de este amplio apoyo, y vuelvo a instar a Majmud Abas a no perder esta oportunidad única y darle una chance a la paz. Permítanme aclarar: no he fijado condiciones para entrar en negociaciones. Sin duda tendré condiciones para concluir las negociaciones, y también lo hará Majmud Abas. Es natural y es la razón por la cual llevamos a cabo negociaciones. Pero es por eso que le digo a Abas: ‘no pierda esta oportunidad de extender su mano en paz’. Si tuviera que decirlo de otra manera, diría: ‘Presidente Abas, todo lo que estamos diciendo es “dele una chance a la paz”’. Ésta es una oportunidad real. No necesariamente se repetirá en la historia general o política, pero existe ahora y las negociaciones de paz necesitan de dos partes. Una parte está lista y dispuesta. La paz entre Israel y los palestinos es del claro interés de ambos pueblos, pero debe decirse claramente que hay cosas que la paz con los palestinos no traerá. A pesar de la opinión popular, la paz con los palestinos no garantizará la paz regional. Enormes fuerzas históricas están trabajando en el área en oposición a la paz regional, y continuarán perturbando nuestro medio ambiente. Día a día trabajan para destruir al Estado de Israel y están interesados ​​en socavar cualquier acuerdo de paz, aquellos que han sido firmados y aquellos que esperamos firmar en el futuro. Estas fuerzas extremistas están motivadas por el fanatismo religioso y una objeción fundamental a la cultura occidental, de la cual Israel es un claro representante. Hasta ahora hemos tenido éxito en superar a éstas y otras fuerzas que se han opuesto a nuestra existencia. Lo hicimos al mantener nuestra ventaja cualitativa. Hoy enfrentamos nuevos desafíos, que nos obligan a encontrar nuevas formas de mantener esa ventaja. A fin de lograr la paz en situaciones de conflicto se necesita un equilibrio de poder o un exceso de poder. En nuestro caso, necesitamos un exceso de poder respecto del fanatismo extremista y religioso dirigido contra nosotros. Debemos salvaguardar nuestra ventaja en los campos que detallaré más adelante. Hoy hay cuatro amenazas que desafían al Estado de Israel y a la paz. Estamos preparados para dar una respuesta a todas y cada una de ellas. Las cuatro amenazas son: la nuclear, la misilística, la cibernética y las enormes reservas de armamento almacenadas en nuestra región. (...) En cuanto a la cuestión nuclear, permítanme referirme a las conversaciones entre las superpotencias e Irán. No sólo las sanciones deben ser más duras, las demandas a Irán por las cuales fueron impuestas las sanciones deben ser fortalecidas y las potencias deben insistir para que Irán cumpla plenamente estas exigencias. Irán debe detener todo enriquecimiento de material nuclear, debe eliminar de su territorio todos los materiales enriquecidos hasta la fecha y debe desmantelar su planta subterránea de enriquecimiento de uranio en Kom. Sólo un compromiso específico iraní durante las negociaciones de cumplir las tres demandas y una clara confirmación de que ellas han sido ejecutadas puede detener el plan nuclear de Irán. Ésta debería ser la meta de las negociaciones. Pero debo decir con pesar que esto no es lo que se le pide a Irán hoy. Hasta la fecha ha habido varias rondas de conversaciones, en las cuales a los iraníes se les pidió detener el enriquecimiento de uranio a bajos niveles; es decir, detener el enriquecimiento al 3,5%. Aun cuando es un nivel bajo, es una parte significativa del proceso de enriquecimiento necesario para preparar material fisionable para una bomba. Los iraníes no sólo no hacen esto, continúan enriqueciendo uranio sin interrupción e incrementaron su nivel de enriquecimiento al 20% y, como recientemente se ha puesto de manifiesto, incluso más. En otras palabras, están constantemente avanzando con su programa nuclear para crear bombas atómicas. Uno podría esperar que las potencias exijan que Irán detenga todo enriquecimiento, a la luz de sus violaciones seriales y al hecho que actualmente están enriqueciendo a un nivel del 20%, pero en lugar de eso están reduciendo sus demandas. En la primera ronda exigieron que los iraníes lo detuvieran al 3,5%, y ni eso está sucediendo ahora. En esta ronda, ni siquiera insistieron con que los iraníes detuvieran todo enriquecimiento. Por un lado es bueno que estén imponiendo duras sanciones económicas a Irán. Es algo positivo e importante. Las pedimos y debo decir con satisfacción que se está poniendo esta presión sobre Irán. Sin embargo, por el otro lado, estas sanciones deben estar acompañadas por las exigencias que esbocé. La combinación de las dos cosas llevará a la interrupción del programa nuclear iraní. Es muy posible que los iraníes detengan temporalmente su enriquecimiento al 20%, pero eso no es suficiente. La prueba sería que los iraníes acepten detener todo enriquecimiento, eliminar todo material enriquecido y desmantelar su instalación nuclear subterránea en Kom. Ésta es la prueba y no otra. En cuanto a la amenaza misilística, desde el momento en que nuestros enemigos entendieron que no pueden derrotarnos en el campo de batalla militar, convirtieron en misiles y proyectiles las armas que utilizan contra nuestras ciudades y comunidades. Ningún otro país está más amenazado por misiles que el Estado de Israel y ningún otro país está tan avanzado en la construcción de un sistema de defensa antimisiles como Israel. Empleamos dos tipos de defensa. En el ámbito de la defensa activa, invertimos en el sistema ‘Cúpula de Hierro’ y estamos ampliando su despliegue. Apreciamos el importante apoyo de los Estados Unidos a este respecto. Esto se suma al desarrollo de nuevos sistemas: el ‘Honda de David’ y el sistema ‘Flecha’ de defensa contra misiles multicapas. Respecto de la defensa pasiva, instalamos sirenas en todo el país y estamos preparando un sistema de alerta que llamará directamente a los celulares de cada ciudadano. Hoy hubo un ensayo de esto en Netania y no pasará mucho tiempo antes de que seamos capaces de advertirle a la gente sobre el lanzamiento de misiles. Esto nos permitirá evitar que se paralice todo el país y centrarnos en la zona amenazada. Estos sistemas pasivos y activos -fundamentalmente los activos- no sólo mejoran la defensa, mejoran nuestras capacidades ofensivas y de disuasión porque expanden nuestro margen de maniobra para activar nuestras capacidades ofensivas. No estamos siendo arrastrados a respuestas irreflexivas. Tenemos más tiempo y creo que lo usamos con gran consideración para elegir la acción apropiada. Los sistemas de defensa contra la amenaza misilística serán capaces de hacer lo que hizo la cerca de separación con los atacantes suicidas. Sin embargo, me gustaría señalar algo que digo en cada oportunidad y voy a decir otra vez hoy: la fuerza defensiva no es suficiente. Se necesita fuerza ofensiva para golpear al enemigo y disuadir nuevas acciones. La combinación de las fuerzas ofensiva y defensiva puede prevenir una guerra o acortarla. El tercer campo, el campo cibernético, también afecta a las dos primeras amenazas. Sin duda se cruza con los problemas nuclear y misilístico. La capacidad cibernética que estamos desarrollando aumenta la capacidad defensiva del Estado de Israel. En el campo cibernético, el tamaño de un país importa poco, pero su poder científico tiene un gran significado, y en eso, Israel está bendecido. Estamos invirtiendo gran cantidad de capital -capital humano y fiscal por igual- en esto y espero que estas inversiones crezcan en los próximos años. Hay que decir también que todos los países avanzados y desarrollados se encuentran actualmente bajo la amenaza de los sistemas de ataque cibernético. Debido a que somos uno de los países más informatizados del mundo, estamos especialmente expuestos a ciberataques, y a fin de mejorar nuestra capacidad para defendernos, este año establecí un cuartel cibernético nacional. Como con cualquier otro asunto de importancia, fijé una meta: que Israel sea uno de los cinco países líderes en el campo cibernético mundial. Creo que podemos lograr este objetivo. La nuclear, misilística y cibernética son amenazas nuevas para las cuales nos estamos preparando, pero desafortunadamente hay una cuarta amenaza, una vieja amenaza que es familiar para los veteranos aquí presentes que sirvieron en TzáHa”L y nuestro sistema de defensa y son los grandes arsenales de armas en la región. No podemos descartar del todo la posibilidad de que las armas que hoy son suministradas a otros países de la región sean utilizadas contra nosotros en el futuro. No podemos descartar la posibilidad de que fuerzas extremistas tomen el control de regímenes que hoy no representan una amenaza para nosotros y que estas fuerzas usen contra nosotros las armas que encuentren allí. Después de todo, ésta no es una cuestión teórica. Ya ha pasado -muy claramente en Irán- y también puede ocurrir debido a la tremenda conmoción que está experimentando nuestra región, y sin duda puede suceder en otros lugares. Es por eso que mantener la ventaja cualitativa de Israel es un componente central de nuestra seguridad nacional. Se trata de un tema que discutimos constantemente con nuestros aliados y amigos en los Estados Unidos, y continuaremos haciéndolo (...). Hay gente que cuando oye hablar de estas amenazas que he esbozado, cree que no deberíamos dedicar la mayor parte de nuestros esfuerzos a neutralizarlas. Piensan que no tenemos que concentrar tantos esfuerzos contra un Irán nuclear o contra la amenaza misilística, la amenaza cibernética o la violación de nuestras fronteras. Afirman que con sólo firmar un acuerdo de paz con los palestinos todo se pondrá en su lugar y de alguna manera las cosas funcionarán. No comparto esta opinión. Una vez la gente nos dijo que con sólo resolver el problema de Siria, todo funcionaría, ¿recuerdan eso? Esa misma Siria actualmente está asesinando a su pueblo con una horrible brutalidad, con -por supuesto- la asistencia de Irán y Jezbolá; una asistencia real, no sólo un apoyo político: asistencia en el asesinato. Bien, no comparto esa opinión. No compartimos esa opinión sobre Siria, pero sí compartimos la opinión que necesitamos actuar simultáneamente contra las amenazas al mismo tiempo que tratamos de avanzar en el proceso de paz con los palestinos. Nos esforzamos por la paz con nuestros vecinos palestinos al mismo tiempo que estamos neutralizando las amenazas a nuestra seguridad. Estas acciones no entran en conflicto. Por el contrario, son complementarias (...).” Fuente: Ministerio del Exterior del Estado de Israel, 31/5/12. www.mfa.gov.il/MFA/Government/Speeches+by+Israeli+leaders/ 2012/PM_Netanyahu_addresses_INSS_Conference_29-May-2012.htm.